viernes, noviembre 23, 2007

El Kybalion




"Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para él oído capaz de comprender".


INTRODUCCION


Desde el antiguo Egipto han venido las enseñanzas fundamentales y secretas que tan fuertemente han influido en los sistemas filosóficos de todas las razas y de todos los pueblos, durante centurias enteras.

El Egipto, la patria de las pirámides y de la Esfinge, fue la cuna de la Sabiduría Secreta y de las doctrinas místicas. Todas las naciones han sacado las suyas de sus doctrinas esotéricas, La India, Persia, Caldea, Media, China, Japón, Asiria, la antigua Grecia y Roma, y otros no menos importantes países, se aprovecharon libremente de las doctrinas formuladas por los hierofantes y Maestros de la tierra de Isis, conocimientos que solo eran transmitidos a los que estaban preparados para participar de lo oculto.

Fue también en el antiguo Egipto donde vivieron los tan grandes adeptos y Maestros que nadie después ha sobrepasado, y que rara vez han sido igualados en las centurias que han transcurrido desde los tiempos del Gran Hermes.

El Egipto fue la residencia de la Gran Logia de las fraternidades místicas. Por las puertas de su templo entraron todos los neófitos que, convertidos más tarde en Adeptos, Hierofantes y Maestros, se repartieron por todas partes, llevando consigo el precioso conocimiento que poseían y deseando hacer partícipe de él a todo aquel que estuviera preparado para recibirlo. Ningún estudiante de ocultismo puede dejar de reconocer la gran deuda que tiene contraída con aquellos venerables Maestros de Egipto.

Pero entre esos grandes adeptos existió uno al que los demás proclamaron " el Maestro de los Maestros". Este hombre, si es que puede llamarse "hombre" a un ser semejante, vivió en Egipto en la más remota antigüedad y fue reconocido bajo el nombre de Hermes Trismegisto.Fue el padre de la sabiduría, el fundador de la astrología, el descubridor de la alquimia.

Estas enseñanzas fueron guardadas en el libro "El Kybalion", está formado por Leyes Universales.



LOS SIETE PRINCIPIOS HERMETICOS


Los siete principios sobre los que se basa toda la Filosofía Hermética son los siguientes:


I. El principio del Mentalismo

II. El principio de Correspondencia

III. El Principio de Vibración

IV. El Principio de Polaridad

V. El Principio del Ritmo

VI. El Principio de Causa y Efecto

VII El Principio de Generación.


I. EL PRINCIPIO DEL MENTALISMO "El TODO es Mente; el universo es mental".


Este principio encierra la verdad de que "todo es mente". Explica que el TODO, que es la realidad sustancial que se oculta detrás de todas las manifestaciones y apariencias que conocemos bajo los nombres de "universo material", "fenómenos de la vida", "materia", "energía", etc., y en una palabra, todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales, es espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede ser considerado como una mente infinita, universal y viviente.


El poder de la mente humana es muy grande y lo será aun más en el futuro.


El conocimiento del mentalismo debe comenzar con la higiene mental: mantener in mente solo pensamientos nobles, positivos, elevados y tendientes a beneficiar al prójimo.la risa, la alegría, el amor curan a uno mismo y a los demás.

El TODO crea a nivel mental. Los universos infinitos en número son Sus formas de pensamiento. Y nosotros, aunque insignificantes frente al Todo, participamos de Su Esencia. Nuestra mente puede crear, puede transmutar. Y recordemos que transmutar no es transformar sino algo mucho más profundo. Transformación es cambio de forma, variación superficial. Transmutar es cambio de naturaleza, de esencia, es ALQUIMIA MENTAL.

II. - EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA "Como arriba es abajo, como abajo es arriba".
Cuanto existe en este mundo y en el Cosmos entero preexiste como idea en la Mente de Dios.

El modelo de un sistema planetario se corresponde con el del átomo pero esto habla al hermetista de que en torno al núcleo del Todo o sea el Dios Supremo existen otras entidades que son los Logos de las Galaxias, de las constelaciones, de los sistemas planetarios de las estrellas y de los innumerables mundos que pueblan el cosmos. Quien tenga oídos para oír que oiga...
Avanzando un paso más, destaquemos que en el ser humano hallamos la trilogía: espíritu, alma y cuerpo físico. Pero, precisamente por ser lo visible imagen simbólica y representación de lo invisible, el analizar este modelo del ser humano nos lleva directamente a conclusiones sobre el Ser o Causa Primera que llamamos Dios. De esto resulta la máxima que se leía en el frontispicio del templo de Delfos: "Conócete a ti mismo". Esta sabia sentencia se continuaba en el sancta-santorum de dicho templo donde se encontraba escrito "...y conocerás a Dios".
Si existe un Dios que quiere manifestarse, comunicarse y revelarse en su creación, El no puede hacerlo con leyes puramente mecánicas. Tendrá entonces que impulsar al mundo desde dentro y no desde fuera; tendrá entonces que poner una partícula de Sí en cada átomo. Y así cada cosa particular, cada animal, cada ser humano tendrá en sí una copia del Todo aunque de una manera que solo le corresponde a él de manera muy especial. Y esa imagen peculiar del conjunto ha de capacitarle para moverse como corresponde en la marcha del todo". Pasa así a ser "la forma expresada que viviendo se desarrolla" (según la expresión tan certera de Goethe).

III. - EL PRINCIPIO DE VIBRACION "Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".

Este principio encierra la verdad de que todo está en movimiento, de que nada permanece inmóvil, cosas ambas que confirma por su parte la ciencia moderna, y cada nuevo descubrimiento lo verifica y comprueba. Y, a pesar de todo, este principio hermético fue enunciado cientos de años ha por los Maestros del antiguo Egipto. Este principio explica las diferencias entrelas diversas manifestaciones de la materia, de la fuerza, de la mente y aun del mismo espíritu, las que no son sino el resultado de los varios estados vibratorios.Desde el TODO, que es puro espíritu, hasta la más grosera forma de materia, todo está en vibración: cuanto más alta es esta, tanto más elevada es su posición en la escala. La vibración del espíritu es de una intensidad infinita; tanto, que prácticamente puede considerarse como si estuviera en reposo, de igual manera que una rueda que gira rapidísimamente parece queestá sin movimiento. Y en el otro extremo de la escala hay formas de materia densísima, cuya vibración es tan débil que parece también estar en reposo. Entre ambos polos hay millones de millones de grados de intensidad vibratoria. Desde el corpúsculo y el electrón, desde el átomo y la molécula hasta el astro y los Universos, todo está en vibración. Y esto es igualmente cierto en lo que respecta a los estados o planos de la energía o fuerza (la que no es más que un determinado estado vibratorio), y a los planos mentales y espirituales.


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